con las teclas de un mágico piano,
vamos componiendo acordes
de la melodia de la vida,
los altos, para las épocas
en las que nuestra alma esta alegre,
apretamos con fuerza los bajos,
cuando la caricia del tiempo
nos trae tristeza en su viento,
mecemos con suavidad,
la sinfonia efimera
de los recuerdos,
mientras seguimos componiendo
una estrofa;
rompemos la partitura,
cada vez que el aciago destino
nos cambia una nota,
es entonces
cuando nos rendimos al silencio,
y olvidamos la musica del alma,
hasta que recordamos de nuevo el son…
paso a paso,
nota a nota,
componemos en nuestro piano
la sinfonia de la vida,
escuchándola entera
en el ultimo aliento,
y percibimos entonces
los desafinados compases,
los saltos del tempo,
y aun así
no cambiamos el concepto,
pues es nuestra,
y nosotros al escucharla,
la sentimos dentro,
ironica de nuevo la vida…
escuchamos nuestra mas bella composición,
cuando se nos acaba el tiempo,
cuando por fin
se cierra el telon,
escuchamos de nuevo
la sinfonia de una vida a traves del tiempo,